Antes de ayer entró en vigor la Ley 3/2020 que había sido aprobada el 29 de diciembre, Esta norma es también conocida como ley Celaá en honor a la ministra de Educación que ha dirigido su elaboración. En esta entrada nos vamos a centrar en las repercusiones que su publicación pueda tener en el futuro en las oposiciones.
¿Por qué se llama LOMLOE?
La ley se llama LOMLOE porque es, de hecho, una remodelación de la LOE de 2006, modificando una parte de sus artículos. Por tanto, como ha ocurrido en todas las leyes desde la LOGSE, es otra ley continuista que no supone cambios sustanciales en la organización curricular. Seguirá habiendo una educación secundaria de cuatro cursos que se iniciará a los 12 años y un bachillerato de dos años. Es decir, el mismo modelo que existe desde que hace casi treinta años se suprimió el BUP y el COU.
La LOMLOE no influirá en las oposiciones hasta 2023
Lo primero que debemos señalar es que inicialmente esta ley no tendrá repercusiones en las oposiciones hasta el curso 2022-2023 pues es en esa fecha cuando entrará en vigor el currículo de 1º de ESO, 3º de ESO y 1º de Bachillerato, siendo para 2023-2024 cuando se implantará el currículo de 2º de ESO, 4º de ESO y 2º de Bachillerato. Es decir, que si nada cambia en el panorama político, esta ley repercutirá en las oposiciones de 2023. Pero si algo cambia y el gobierno dejara el poder antes (cosa que no es la más probable) se podría dar la circunstancia, incluso, de que no tuviese repercusión en las oposiciones de secundaria.
¿Cómo influirá la nueva ley en las oposiciones de 2023?
Es difícil predecir esto, pero es seguro que influirá y mucho. La disposición adicional séptima indica que “el Gobierno, consultadas las comunidades autónomas y los representantes del profesorado, presentará, en el plazo de un año a partir de la entrada en vigor de esta Ley, una propuesta normativa que regule, entre otros aspectos, la formación inicial y permanente, el acceso y el desarrollo profesional docente.” Es decir, se va a debatir una reforma del sistema de acceso. El PSOE defendió durante veinte años el sistema que denominan MIR, sobre el que ya hemos hablado en otras ocasiones, pero en estas elecciones guardó silencio mientras que Podemos ha planteado un sistema que prime la experiencia docente de los interinos. Ahora, en un gobierno de coalición… ¿qué ocurrirá? Habremos de estar atentos.
¿Cómo cambiará el currículo?
El artículo 6 dice que el “se entiende por currículo el conjunto de objetivos, competencias, contenidos, métodos pedagógicos y criterios de evaluación.” Esto quiere decir que se suprimirán los estándares de evaluación. Por otro lado, de aquí a entonces se aprobarán nuevos currículos en consonancia con lo planteado en la nueva ley con lo que el marco legal de referencia para las oposiciones de 2023 también cambiará. Lo que no sabemos es en que línea.
Una ley política
Decíamos antes que esta ley podría incluso no afectar a las oposiciones, pues se ha aprobado sin consenso (como casi todas las leyes educativas) y es además una ley muy politizada, que afecta ya desde su preámbulo a cuestiones de gran calado social sin consenso entre todos los partidos, como pueda ser la situación del español en las autonomías con otra lengua cooficial, la supresión del distrito único, la elección del director, el reparto de fondos para la concertada o la inclusión de la ideología de género. Como podemos ver, casi ninguna de estas cuestiones afecta de forma directa al currículo, pero sí a elementos ideológicos claves de la derecha y la izquierda, por lo que es previsible que si el Gobierno pierde la mayoría, la ley se derogue.
Estudiar aquí y ahora
La lección fundamental que podemos extraer es que cuando el presente es bueno, no es razonable esperar al futuro. Las oposiciones de 2023, ya convocadas, se desarrollarán en un marco diferente. ¿Nuevo currículo, nuevo sistema de acceso, mayor o menor número de plazas? No lo sabemos. Lo que sí sabemos es que este año hay oposiciones y es una gran oportunidad. No la podemos desaprovechar. Fuerza, valor y fe. ¡Y a por tu plaza!