Comenzamos hace un par de semanas una serie sobre las oposiciones a la que hemos denominado Radiografía de las oposiciones. En nuestra primera entrega, realizamos un análisis del funcionamiento de los tribunales basándonos en los testimonios de diferentes opositores. Proseguimos la semana pasada con la entrevista a un miembro de tribunal, Damián Moreno. Y hoy proseguimos la serie con la entrevista a Sonia Rodríguez Llamas, que ha sido vocal de un tribunal de oposiciones en esta última convocatoria de la Comunidad de Madrid.
Sonia Rodríguez Llamas obtuvo su plaza en 2016 de forma brillante, tras cursar el Curso Total con Opolengua, por lo que es una vieja conocida nuestra. Nadie mejor que nosotros sabe de su talento, tenacidad y excelente preparación. Doctora en Filología Hispánica por la Universidad de León, es una gran estudiosa y una excelente comentarista. Hemos seguido en contacto desde entonces y sabemos de su evolución. Ha formado parte, ya como funcionaria de carrera, del Equipo Directivo de su centro, donde ha dado nuevas muestras también de su laboriosidad, su capacidad organizativa y su sentido común. Aquí va la entrevista.
¿Qué destacarías de tu vivencia como miembro de un tribunal de oposiciones?
Lo que más me ha llamado la atención como tribunal son dos aspectos. El primero, que a pesar de contar con un año más para preparar las opos, un número muy elevado de opositores no las llevaban preparadas, realizando comentarios y tema de manera muy mediocre. Aunque aquí también habría que valorar el contexto de la pandemia. La segunda, que si bien es conocido por todos la opacidad del proceso (desde el punto de vista del opositor es evidente), también lo es como miembro del tribunal. Es decir, que la sensación que tienes es que te ha tocado y allá te las arregles tú como buenamente puedas. No hay pautas más allá de cuatro consideraciones vagas. Al final confirmas lo que sospechabas cuando eras opositor: que todo depende del buen hacer del tribunal y de su compromiso como profesores y funcionarios. Si tienes la suerte de que esto es así, todo irá bien. Y sino… otra vez será.
¿Qué consejos le darías a un opositor?
Al opositor le aconsejaría varias cosas; la primera es evidente, que se prepare convenientemente las oposiciones. Y esto no quiere decir que si sabes mucho te irá bien; insisto, hay que preparar el proceso, adaptándote a las diferentes pruebas. La segunda, y va unida a la primera, es tener respeto por el tribunal que va a evaluar tus ejercicios; estos tienen que estar bien planteados, no solo en contenido, sino en expresión. Es en lo que más incidiría, en trabajar una buena expresión, de calidad, pero al mismo tiempo sencilla y sin un estilo recargado o pomposo. Además, uno de los principios de adecuación del texto es la pertinencia. Esto implica que todas las ideas deben ceñirse al tema, es decir, se debe responder a lo que te preguntan, sin divagaciones; esto molesta mucho a los tribunales. Y por último, si crees que has hecho un ejercicio correcto y te han puesto un cero, es que has cometido un fallo grave o tienes demasiadas faltas de ortografía. No hay más historia.
¿Qué mejorarías del proceso de oposiciones si no pudieras cambiar el modelo actual?
Como decía antes, si no eres voluntario y una vez sabes que te toca ser tribunal, no puedes quedarte con la sensación de estar vendido. Cada tema del temario debe tener una rúbrica de corrección unánime para todos, así como el comentario. También debería existir un sistema de corrección guiado y común: cómo debe procederse en la lectura, en la puntuación, establecer un cronograma preciso con las actuaciones a seguir, etc. Y es importante que todos los presidentes estén debidamente informados y los canales de comunicación interna bien definidos.
Y nada más por hoy. Feliz semana de estudio. Saludos y ánimo.