Un mes de julio intenso para las oposiciones
Finaliza hoy el mes de julio. Siempre es un mes de intenso trabajo y agridulce para mí. De intenso trabajo porque hemos estado acompañando a las personas que preparaban las oposiciones de Lengua Castellana y Literatura con nosotros en lo que han requerido. Y como sabemos, las necesidades de un opositor cuando se enfrenta realmente a los ejercicios son muchas, tanto desde el punto de vista práctico como, sobre todo, emocional.
Un mes agridulce para un preparador de oposiciones de Lengua
Y ha sido un mes agridulce porque he asistido, como siempre ocurre en las oposiciones de Lengua Castellana y Literatura, a la frustración de quienes no han satisfecho sus objetivos, a la alegría de quienes han alcanzado sus metas y al éxito definitivo de quienes alcanzaron la anhelada plaza. He hablado, con escaso margen de tiempo, con personas que no habían superado su examen de oposiciones y con otras que tenían su plaza. Yo, entre 1992 y 1998 estuve en varias ocasiones en cada una de esas situaciones vitales y en 1998 alcancé la plaza por fin. Desde 1999 he preparado a centenares de personas con la misma exigencia, dedicación y profesionalidad con la que yo me preparé, por lo que creo conocer un poco este tema.
Muchas personas han alcanzado su plaza de Lengua Castellana y Literatura con Opolengua
Como preparador, el resultado ha sido exitoso nuevamente y comparable al cosechado todos los años que he preparado personas (y ya van con esta doce convocatorias de las oposiciones de Lengua Castellana y Literatura desde el año 1999). Todavía no tenemos datos completos, pues nos faltan los de algunas comunidades, pero podemos afirmar que muchísimas personas han aprobado las oposiciones y decenas de ellas han obtenido su plaza. Entre estas últimas podemos listar aquí a algunas que nos han dado permiso según el ROPD para publicar sus nombres, como son: Ramiro Martín Gozalo (Andalucía), Ana Castillo Casanova (Andalucía), Rosario Solís Muñiz (Andalucía), Ana Sánchez Calvillo (Andalucía), Verónica Prezioso (Andalucía), Yolanda Lobato Burgos (Andalucía), Cristina Siles Correro (Andalucía), Purificación García García (Castilla La Mancha), Ederita de la Fuente Blanco (nº 5 en Castilla La Mancha), Abel Plumed Herranz (Aragón), Paz Molina Zea (Aragón), Elena de Pablos Trigo (Madrid), Ana Morales de Dios (Madrid), María Mazo Muñoz (Madrid), Ramiro Martín Gozalo (Madrid), María Sanjuán Bustos (Madrid), Sara Sanz Rivas (Madrid), Trinidad Escabias García (Madrid) y María Rodríguez Blanco (Asturias).
Lo más común no es obtener la plaza a la primera
Obtener la plaza es, por supuesto, el objetivo final de todo opositor, pero todos sabemos que eso no es posible siempre. Y de hecho, lo más común no es aprobar a la primera, aunque muchos de nuestros opositores lo consigan. En realidad, las oposiciones son diferentes cada año en cada comunidad y este año hemos tenido muchas comunidades sin ejercicio eliminatorio y con pocas plazas. Eso ha determinado que una parte de las personas que hemos preparado se hayan quedado a las puertas de la plaza y deberán persistir en próximas convocatorias. De hecho, el 75% de las personas que no han obtenido plaza, nos han manifestado que creen que les llamarán para trabajar el curso próximo. Eso es también un gran éxito, porque, como todos sabemos, hemos alcanzado meter un pie dentro del sistema de enseñanza y tendremos más opciones de conseguir la plaza en las próximas convocatorias.
Mi historia en las oposiciones: aprobado, años como interino y plaza.
De hecho, esa fue mi misma historia y la de tantas otras personas en las oposiciones. Yo empecé a trabajar en octubre de 1993, tras obtener una buena nota en las oposiciones de ese año (también era un proceso no eliminatorio) y me presenté en 1994, 1996 y 1998, año en que obtuve mi plaza como número uno de mi tribunal en Córdoba. Este año, al revisar las listas, he visto, como siempre, como vocales y presidentes de tribunales, a personas que yo preparé hace veinte, diez, ocho años. El tiempo pasa…
Es un orgullo trabajar con héroes y heroínas.
Pero lo más importante para mí, como preparador, ha sido la intensidad y fuerza con la que he vivido este año. Ha habido momentos de enorme tensión, porque yo procuro implicarme con las situaciones personales que viven las personas que preparo y, como todos sabemos, las oposiciones son una dura prueba. Por ello, he conocido situaciones muy difíciles y he llegado a admirar a muchas de las personas que he preparado por su tenacidad, su ilusión, su fortaleza y en ocasiones, hasta por su heroicidad. Obviamente no voy a decir sus nombres, pero sé que algunas personas que ahora me leen se van a sentir identificadas con lo que estoy escribiendo y es que, en verdad (y ellas lo saben) me he emocionado con muchas de ellas en conversaciones o contestando sus correos porque era plenamente consciente del enorme sacrificio y el anhelo que les suponía la preparación. Muchas gracias a todas ellas por darme las lecciones humanas que he podido cosechar este año y que ya formarán parte de mí. Ha sido también intenso porque al fin y al cabo, mi propia subsistencia como preparador depende de los resultados que cosechan quienes preparo. Esto hace que yo mismo viva el proceso con una gran tensión emocional, implicándome lo máximo que puedo. Existe un sano paralelismo entre mis opositores y yo. Y es buenísimo que sea así. Yo vivo la oposición las veinticuatro horas. Yo no me dedico a esto en mis ratos libres. Yo estoy en excedencia. Trabajo todos los días, corrijo todos los días y contesto correos todos los días. Este año, el plazo de contestación de dudas ha sido inferior a 24 horas y el de corrección de trabajos ha sido entre 48 y 72 horas. Afortunadamente, como desde 1999, los resultados han sido muy buenos.
Lo fundamental en las oposiciones y en la vida es el crecimiento personal
En realidad, ese crecimiento personal es el que guía nuestro camino como preparadores y como opositores. Este en realidad es el camino del ser humano. Yo no hago esto simplemente por dinero. Y tampoco lo hace el opositor. Lo hacemos, todos, por nuestros sueños, por ser un referente para nuestros hijos, para nuestras parejas, para nuestros alumnos incluso. Es para mí un enorme placer saber que mi trabajo ha contribuido a que centenares de personas, valiosas, esforzadas, idealistas e inteligentes, hayan conseguido su sueño: ser transmisores de nuestra cultura y nuestra literatura y ayudar así a las nuevas generaciones a encontrar su camino. La persona que yo preparo tampoco lo hace, simplemente, por el dinero y la estabilidad que da la plaza de funcionario. Aspira a ser útil socialmente y a llevar a otras personas la luz del saber. Y si no es así, es que no es un verdadero profesor y es mejor que se dedique a otra cosa. Y por eso, si eres así, no debes pensar que has fracasado si no has obtenido tu plaza o no has aprobado. Esta ha sido otro episodio más de tu crecimiento personal. Como escribí a mis opositores estos días: “la oposición es una larga travesía en la que hay que levantarse tantas veces que quienes nos acabamos levantando somos nosotros mismos, elevándonos sobre la persona que éramos hasta ser otra persona mucho mejor”.
¿Por qué vale la pena preparar oposiciones de Lengua Castellana y Literatura para 2024?
Y por eso es una buena idea preparar oposiciones para el año 2024. Va a haber nuevas posibilidades en diferentes comunidades. Vamos a seguir todas y las vamos a aprovechar al máximo. Vamos a tener un buen temario, vamos a hacer unos buenos comentarios, ejercicios prácticos, una buena programación. Habrá oposiciones con comentario, sin comentario, con situación de aprendizaje y con unidad didáctica. Para las primeras, como las oposiciones de Lengua de Andalucía tenemos el Curso Opolengua 2024 y para las que sí tienen comentario podemos hacer el Curso Total 2024. Y en ellas se volverá a poner a prueba nuestra preparación. Y también influirá, desgraciadamente, la suerte. La suerte de que en nuestra comunidad saquen más o menos plazas, la suerte con el tribunal, la suerte con las bolas, la suerte… con tantas cosas. Con lo que no podrá la suerte es con nosotros porque creceremos año a año como personas. Con lo que no podrá la suerte es con lo que persistiremos. Por tierra, mar y aire. Como preparador y como opositores. Persistiremos hasta la victoria. Este es un camino que he visto recorrer a miles de personas y siempre ha tenido el mismo final: la plaza para quien ha persistido.
¡A por la plaza!
¿Es la enseñanza tu alternativa vital, tu ámbito de crecimiento personal, tu vocación? Pues estás de enhorabuena, porque vas a obtener la plaza con toda seguridad. El sistema educativo se va a mantener y va a haber miles de jubilaciones en los próximos años. Preparar las oposiciones es una opción de futuro, porque es preparar las de 2024, y también las que vendrán después: en 2025 y luego en 2026. Y si persistes, alcanzarás tu sueño. A esta aventura es a la que te convoco.
¡A por la plaza!