Ya hemos actualizado el temario de Lengua de este año
Como todos los cursos, en Opolengua hemos procedido a actualizar nuestro temario para mejorarlo, pues cada año hay nuevas aportaciones críticas, novedades editoriales y datos que cambian y es preciso para preparar bien las oposiciones de Lengua estar al día en todos estos aspectos.
El temario es la base de todo
Es imposible ser un buen profesor de Lengua Castellana y Literatura sin dominar la materia. Además, el dominio del temario es justamente lo que nos permite contestar a la pregunta del tema y hacer un buen comentario y una buena programación. El temario es la base de todo lo demás. Además, su memorización es lo más costoso del proceso de las oposiciones de Lengua. Nos enfrentamos a centenares de obras y autores, a la estructura precisa y preciosa de nuestra lengua y su historia.
Dominar el temario es un proceso emocionante de crecimiento personal
Y todo ese saber, que al principio nos es ajeno, acaba formando parte de nuestro yo, tras horas y horas, semanas, meses y hasta años de estudio. Es un proceso duro y emocionante, que hace que al final, nos identifiquemos emocionalmente con el temario, que acaba formando parte de nosotros mismos. Para mí y para las personas que yo he preparado, el temario es algo casi sagrado, pues es nuestro vínculo más directo con lo que amamos. Y por esta razón (y tú lo sabes bien si conoces a alguien preparado por mí) estas personas no lo ceden a nadie e incluso me piden permiso para usarlo como referencia cuando les llaman para ser miembros de tribunales. La mayor parte de las personas que yo preparo vienen por el f. Por estas razones, yo no doy nunca un tema de muestra, pues eso para mí es dar mi esfuerzo y el de mis opositores a otras personas. Un tema que yo difundo es automáticamente un tema que ya no tiene valor para mis opositores porque ya lo tendrían centenares de personas. Lo que poco cuesta, poco se valora. Por eso muestro con gusto el temario por video conferencia o mando un compendio del mismo, pero en veinticuatro años como preparador de Lengua nunca he dado un tema entero.
Un temario debe ser riguroso
Esto es una obviedad, pero debemos señalarlo. Un temario debe estar actualizado, ser riguroso y desarrollar con la profundidad necesaria los elementos que nos marcan sus temas. Debe estar bien organizado, prever la introducción y las conclusiones, etc. Obviamente esto es así.
El mito de la exclusividad
Existe también una idea que no es correcta. En los años sesenta del siglo pasado, los catedráticos de Lengua no conocían el temario de las oposiciones hasta meses antes de encararlas. Era un sistema educativo muy pequeño y el tribunal tenía con los opositores una relación personal muy cercana. Cien temas y una sola bola. En esos tiempos, la exclusividad del temario era fundamental. Hoy esto no es así y aunque persiste el mito de su importancia, lo cierto es que con mi temario y con el de otros preparadores y academias, los opositores sacan notas muy brillantes y obtienen su plaza perfectamente. Mi temario empezó a difundirse en 1999. Muchas cosas han cambiado, pero muchos temas (los de literatura clásica, por ejemplo) siguen teniendo una estructura muy similar y siguen obtenido nueves y dieces. Esta es la realidad.
El objetivo de un buen temario de Lengua es facilitar la memorización del temario entero.
Pero la finalidad fundamental de un temario es obtener la plaza. Por ello, desde 1992, mi objetivo primordial como opositor y luego como preparador fue facilitar la memorización. Y no la memorización de un solo tema, sino de todo el temario, de forma que la suerte influya lo menos posible en el proceso. Y para dominar todos los temas es preciso que la expresión sea clara y amena, que se lea bien y se comprenda mejor, de forma que las ideas se memoricen con mayor rapidez y nos cueste menos aprenderlas. En ese aprendizaje comprensivo de miles de ideas está el crecimiento personal. No aprendemos para olvidar. Aprendemos para memorizar para toda la vida. Yo no he preparado la teoría de una clase en toda mi vida. Me he limitado a crear, comprender y saberme todo el temario de memoria.
Un temario debe fluir
Para escribir tres mil palabras en un examen de oposición es preciso que los conceptos del temario fluyan armónicamente, de forma que al memorizarlo y escribirlo nosotros y al leerlo el tribunal, el ejercicio resulte ameno. Un buen temario está asociado a un método de estudio que haga imposible que te quedes bloqueado o en blanco durante el examen.
Nuestro temario de Lengua está indisociablemente unido a un método de estudio
Nuestro Método de Estudio, inventado y registrado por mí, está indisociablemente unido a la estructura y contenido del temario. Este método permite escribir tres mil palabras en dos horas y repasar cada tema en menos de quince minutos. Si no conseguimos esto, es muy difícil poder llevar todos los temas.
Lo fundamental es que el tema sea bueno
La nota de un examen de oposición proviene mucho más de cómo esté escrito el ejercicio que de que su contenido sea exclusivo. Es decir, no sirve de nada un temario (por muy exclusivo que sea) si es erróneo y está mal desarrollado o expresado. Esto es de una evidencia palmaria.
¿Cómo surgió el temario Opolengua?
Yo siempre había estudiado siguiendo un método de condensación y contra el reloj. Me dedicaba a la política (fui uno de los fundadores del Sindicato de Estudiantes) y siempre estaba apretado de tiempo. Pero hasta 1992 me había enfrentado en la universidad o en el instituto a exámenes aislados. Cuando comencé a estudiar las oposiciones de Lengua y vi que contenía 86 temas (así era el temario de 1992), pronto me di cuenta de que debería cambiar mi forma de ver las cosas.
El estudio de las oposiciones debe estar orientado al repaso
La clave de las oposiciones está en dominar el repaso de los temas. Por norma general, una persona tarda en repasar un tema en torno a una hora. Eso quiere decir que si lleva veinte temas, necesita veinte horas para repasarlos. Por pura lógica, pronto va a tener que dejar los temas sin repasarlos, pues aunque tenga cuarenta horas para estudiar a la semana, no va a poder llevar más de cuarenta temas sin dejar de repasarlos. Y eso sin contar que además tiene que hacer la parte de didáctica y los comentarios. Por tanto, la clave estaba en repasar en mucho menos tiempo.
La estructura del tema debe favorecer el repaso de cada tema en menos de quince minutos
Y así, fui creando un temario que se adaptase a un método de estudio y repasos que satisficiese este postulado central: cada repaso en un máximo quince minutos. Conseguí esto en el invierno de 1993, cuando ya llevaba treinta temas. Mi invento me entusiasmó porque si no aprobabas entonces todos los ejercicios, no podías trabajar como interino con vacante, por lo que para mí era un asunto de vida o muerte. Y a partir de ese momento, con ilusión renovada, mi progresión fue geométrica. Siempre había tenido buena memoria, pero a las oposiciones de verano de 1994 llevé los 72 temas del temario actual más los 14 del temario LOGSE (entonces obligatorio).
El perfeccionamiento del temario y la creación de la Hoja de Control
No obtuve la plaza en 1994 por curiosas razones que otras veces ya he contado. La mano de Dios o la del destino me llevaba por otros derroteros. No hubiera sido preparador sin lo que aprendí después. Y es que desde 1994 a 1998 afilé el temario hasta convertirlo en una herramienta muy eficaz. Creé además unos archivos auxiliares (a los que llamé Hoja de Control) que me servían tanto para ver de un solo vistazo mi dominio del temario como para darme moral al enorgullecerme de los datos de memorización que obtenía. El dominio de estas técnicas de repaso me permitió repasar cada tema en junio de 1998 en cinco minutos. Eso explica que en mi tribunal de Córdoba en 1998 sólo hubiera una plaza y la obtuviera yo por delante de otros trescientos aspirantes.
Mi fase de prácticas (1998-1999)
En 1998 comencé la fase de prácticas en mi instituto de Estepona (Málaga) el IES Mar de Alborán. Tuve la enorme fortuna, otra de esas grandes casualidades de la vida, de toparme con un gran inspector como tutor. Era los buenos tiempos en que los inspectores lo eran de especialidad. Él me vio dar clase y le hablé del temario. Y fue este inspector quien me animó a preparar opositores. Ese curso (1998-1999) lo pasé en barbecho. Habían sido seis años estudiando seis horas diarias y estaba muy cansado… Pero el año siguiente, me puse manos a la obra.
Mi temario como preparador de Lengua
Desde 1999 comencé a difundir mi temario entre mis opositores. Y empecé a preocuparme de cómo conseguir que ellos tuvieran los mismos resultados que obtenía yo. Desde 1999 a 2006 tenía muy pocos opositores. Internet estaba muy poco desarrollada. Se ganaba muy poco dinero para el esfuerzo que comportaba. Yo lo hacía porque me encantaba y tanto me iba a darle una clase a una sola interina (Teresa) destinada en Los Palacios o a un pequeño grupo a Sevilla. Con casi todos ellos sigo teniendo trato. No todo el mundo se adaptaba al método, pero quien era capaz de seguirlo, que eran la mayoría, obtenía mis mismos resultados.
El aprendizaje con muchos opositores mejoró el temario
Las personas que yo preparaba sacaban la plaza y esto hizo que el boca a boca me fuera trayendo más y más opositores. Este boca a boca hacía que mi temario no se difundiera incontroladamente porque la relación con los opositores era muy estrecha. Cuando una persona obtenía la plaza ni vendía ni regalaba el temario, Empecé preparando a compañeros que eran interinos. Luego a hijos de compañeros o amigos. Luego a conocidos de otras personas que yo había preparado con éxito. Y al final me conocía toda la provincia de Cádiz. En los grupos presenciales, siempre reducidos, hacíamos un control a la semana, (lo que ahora hemos podemos seguir haciendo en la plataforma) y comentábamos la técnica de estudio y repasos de forma que se siguiera el método adecuadamente. Recuerdo a algunas personas, mi querida Jéssica Toro, opositora de 2008, por ejemplo, siempre con su cronómetro colgado del cuello. Todas ellas me mostraban elementos perfeccionables. Y cada año, al llegar el verano, lo mejorábamos un poquito.
Las últimas actualizaciones del temario
Ha llovido mucho desde entonces. Llegó la Nueva Gramática, por ejemplo, y eso nos llevó a una reestructuración importante y fueron sucediéndose descubrimientos filológicos o la publicación de obras desde inicios de siglo. En los últimos dos años hemos acometido la actualización de algunos temas. Desde luego los referentes a los temas 66, 68 y 70 o la incorporación de la obra sobre Cervantes de Muñoz Machado (2022). Este año hemos actualizado especialmente los temas 5, 8, 58 y 64 introduciendo algunos puntos y reorganizando otros.
Nuestro objetivo es siempre la plaza
Y es que nuestro objetivo es siempre obtener la plaza. Ni más, ni menos. En ello ponemos nuestra pasión y nuestro ánimo. A ello disponemos nuestros mejores esfuerzos. Queremos acompañarte en esta travesía maravillosa que son las oposiciones y queremos que la vivas con la mayor plenitud e intensidad, creciendo personalmente. Ten fe, valor y esfuérzate, porque al final, ten la seguridad de que una plaza será tuya. ¡Vamos a por ella!
Saludos y ánimo.