Hace pocos días fue mi cumpleaños y recibí como regalo este precioso mensaje de una opositora que me emocionó profundamente. Trata sobre la fe y las oposiciones de Lengua. He pedido permiso a Patricia para compartirlo en la página y ella, gentilmente, me lo ha dado, siempre y cuando no ponga sus apellidos. Su mensaje es el siguiente:
La carta de Patricia
Buenos días, Eduardo:
No quería dejar pasar más tiempo para decirte, que independientemente de mis resultados en este proceso, estoy agradecida de haber vivido esta oportunidad. Me quedé a unas décimas de la plaza, lo que me dio un poco de rabia. En cualquier caso, prefiero optar por la gratitud y no por la queja: todo el balance ha sido muy positivo.
Dudas antes de inscribirme en el curso
Reconozco que me inscribí en tu curso con ciertas dudas. Le di tantas vueltas…Y justo, en el momento en el que iba realizar el pago desde mi ordenador, mi reproductor de música comenzó a emitir esta canción: https://www.youtube.com/watch?v=JrR77PVH6IQ.Es la bendición de Aarón para el pueblo, declarando que Dios los guardará, tendrá misericordia y les dará paz. De alguna manera tuve la inclinación interior a continuar sin miedo, segura de que a pesar de mis circunstancias, había algo bueno para mí en todo este proceso.
La fuerza de un versículo
Fue un paso a ciegas, como si saltase de un trapecio a otro dentro de una gran carpa. Soltar un elemento para agarrar otro. Después, cuando recibí tus materiales y vi en las carpetas azules: «Sé fuerte y valiente…», me recordó a Josué,1,9:»Esfuérzate y sé valiente; no temas ni desmayes, porque tu Dios estará contigo dondequiera que vayas».
Mi batalla en las oposiciones
Entonces, en ese momento, ya sí que estuve segura del todo. Aquel día llamé a mis amigos y les dije que entraría en la tierra prometida. Sabrás que Josué fue el único de su generación que entró en la tierra prometida. Él nació en el desierto, fue hijo de un guerrero, y él mismo fue un guerrero. No fue un intercesor como Moisés, Josué fue un estratega. Por eso, desde el día que recibí tus carpetas, tuve la sensación de que yo también tendría que entrar en batalla con el mismo carácter de Josué. Tendría que trazar mi propia estrategia personal, en medio de mis circunstancias, de mis particularidades, pero no sería imposible.
La preparación de oposiciones como crecimiento personal
Los meses posteriores pasaron muy rápido. Idas y venidas con mi padre al hospital, el ritmo frenético del trabajo, y todo lo que de por sí, trae la vida. Y en medio de todo, he podido disfrutar del proceso, he podido sacar tiempo para el estudio, y he aprendido mucho, aunque no lo suficiente. El enfoque práctico de tus clases y de la programación me ha hecho replantearme mi trabajo, el cual es completamente vocacional, y darme cuenta de que no estoy explotando al 100% el banco de recursos que tengo dentro. También me has aportado la ilusión, que después de llevar trabajando catorce años en un centro concertado, uno puede llegar a perder, debido a la rutina del día a día y a los favoritismos de la empresa privada.
Por otra parte, los temas me han fascinado. Reconozco que mi fuerte es la teoría más que la práctica y me han encantado.
El resultado de las oposiciones 2023: con otro tribunal hubiera obtenido la plaza
Respecto al resultado final, estoy satisfecha y siento una profunda paz. Ha sido un tiempo de resistencia, donde uno debe renunciar, luchar…
En reposición el tema no me lo sabía, pero en estabilización, el tema me lo supe bastante bien. Los prácticos, para mi sorpresa, me salieron bien en ambos casos. Si me hubiera tocado otro tribunal en la unidad didáctica, hubiera aprobado… Y lo supe desde que salí.
El día que por ejemplo defendí la tesis doctoral, los miembros del tribunal llegaron cada uno con una copia de mi tesis, y la traían llena de papeles a modo de separadores, desde las páginas donde posteriormente me refirieron a las preguntas. Es decir, tenían mucho rigor: no solo se la habían leído, sino que la conocían al detalle, sabían el contenido, y ninguna de sus preguntas fue relativa a otro tema.
En las oposiciones, fue todo lo contrario. Me preguntaron dónde trabajaba, cómo se gestionaban los móviles en mi centro, y les pareció muy mal que leyera Fuenteovejuna en 3º de ESO. Tuve la sensación de tener delante un tribunal ideologizado que con una sonrisa me cerraba las puertas.
Un abrazo y muchas gracias por todo.
Elena.
La carpeta Opolengua: Ten valor y esfuérzate.
El mensaje de Patricia me conmocionó profundamente. Yo creo poco en las casualidades. Conozco medianamente la Biblia y durante mi periodo como opositor (y antes y después) tuve en mente muchas veces el mismo versículo de Josué al que ella se refería. De hecho, tenía escritas sus primeras palabras en lo que llamamos “pantalla” en el Método de Estudio Opolengua: “Ten valor y esfuérzate”. Así que cuando hicimos la carpeta azul del temario Opolengua, no lo dudé. Una oración tan clara y tan decisiva en mi travesía como opositor debía estar allí presente. El hecho de que Patricia también conociera ese mismo versículo y le aportara confianza y seguridad, como a mí, me conmovió profundamente. Ese versículo nos había dado paz.
La fe desempeña un papel decisivo en las oposiciones
Y esto me llevó a una reflexión que quiero compartir hoy en el blog: No hay casualidades. En el duro proceso de estudio que recorremos hasta alcanzar la plaza en las oposiciones de Lengua, la fe desempeña un papel decisivo, desde el embarque hasta la llegada a puerto. Y es bueno ser conscientes de ello.
Fe al embarcarse en el estudio de las oposiciones
Interviene la fe en la decisión de embarcarse y estudiar las oposiciones. Todos tenemos muchos caminos por los que conducir nuestra vida y entre ellos hemos de elegir. No nos tenemos tiempo para todo. Y por eso, cualquier rumbo que tomemos nos impide tomar los restantes y más si se trata de las oposiciones de Lengua, que nos van a requerir tanto tiempo y concentración que vamos a tener que realizar grandes sacrificios para prepararlas. Son una opción vital. Y en ese momento de decidirse, la fe es fundamental. Tenemos que creer en nosotros mismos, en nuestra vocación y en nuestras posibilidades de éxito. Tenemos que estar seguros de que ese es nuestro camino en la vida. Quien no tiene esa fe no se embarca o lo hace con solo medio pie, sin poner la verdadera medida de su fuerza. Y ese es un camino casi seguro a la derrota.
Fe en el día a día de las oposiciones
Interviene también la fe en las oposiciones de forma constante, porque esta travesía contiene constantes sinsabores y tensiones. Cada día hay que enfrentarse al estudio, a los temas, al sacrificio de tiempo y esfuerzos. Y nunca está todo hecho. Siempre hay posibilidades de mejorar. Y siempre puede haber aspirantes que lo lleven mejor que nosotros. Las oposiciones son una competencia y eso supone siempre tensión. Y luego está la incertidumbre de qué bolas saldrán, qué texto caerá, como serán los tribunales. Es un tremendo mar de tensiones en el que nos debatimos internamente día a día. ¿Merece la pena todo este sacrificio? ¿No hay muchas otras personas que pueden hacerlo mejor que yo? ¿Obtendré al final mi plaza? Y es la fe lo que hace que sigamos adelante con fuerza y que a cada uno de esos embates de las olas de la angustia y la ansiedad, contestemos con la fe, que es siempre única y constante. “Ocurra lo que ocurra, saldré adelante. Obtendré mi plaza.” Las personas que no tienen fe aflojan un poco cada día, hasta que acaban abandonando las oposiciones.
Fe en las derrotas
Peor aún. Nos puede pasar como a Patricia: prepararnos, esforzarnos al máximo y no obtener la plaza y ver que la siguiente oportunidad será dentro de dos años… Eso es tremendo. A mí me pasó varias veces, pues tardé seis años en obtener la plaza. En las oposiciones de Lengua, muchas veces hay que levantarse tras no obtener la plaza. El 75 u 80% de las personas no obtienen la plaza a la primera. Y esas derrotas son dolorosísimas. ¿Sirvo para esto? ¿Prosigo? ¿Obtendré al final mi plaza? Y hay que levantarse de nuevo. Nuevamente, la fe es lo que diferencia a una personas de otras. Las que no tienen fe, no siguen y dejan su puesto a otras. Las que sí la tenemos proseguimos la dura travesía con un solo pensamiento: “Perderemos mil batallas, pero la victoria final será nuestra.”
Como dice el versículo de Josué 1,9, ese que nos daba paz a Patricia y a mí: «Esfuérzate y sé valiente; no temas ni desmayes, porque tu Dios estará contigo dondequiera que vayas». Y esas palabras, mágicas, son el antídoto que nos hace tomar nuevas fuerzas y aprestarnos otra vez al combate.
Nada es seguro
Nada es racionalmente seguro, absolutamente seguro. Hay miles, millones de circunstancias en la vida que pueden modificar el curso de los acontecimientos. Y en esa inseguridad se nos puede ir la propia vida. La fe es el sentimiento profundo e íntimo de que lo que estamos haciendo es lo correcto y todo va a salir bien. La fe es la confianza y la seguridad más allá de lo estrictamente razonable. Por eso, la fe mueve montañas. Por eso la fe es un aliado imprescindible en las oposiciones.
¿Se puede estudiar sin fe?
Sí. Se puede estudiar sin fe. Se puede hacer un esfuerzo enorme durante un breve lapso de tiempo. Pero no a la larga. Sin fe es imposible realizar una larga travesía como las oposiciones de Lengua.
Fe y religión
Las personas que no son creyentes también pueden tener fe. No tienen fe en Dios, pues no creen en Él, pero sí la tienen en sus propias posibilidades y en la imprescindible función social que desempeña un profesor de Lengua Castellana y Literatura. Esta confianza en sí mismas les permite igualmente afrontar con éxito las pruebas más difíciles. Su confianza es su escudo. Quienes además de esto creen en Dios (cada persona en su propia forma de vivir la espiritualidad) cuentan con un apoyo extraordinario porque se sienten parte de un plan superior en el que ellos participan por amor y gratitud. No hay más que ver el mensaje de Patricia para comprobarlo.
La fe como preparador de Lengua
Jamás me cansaré de agradecer a las personas que preparo su confianza en mí. Ni tampoco a las personas que ya he preparado y que siguen recomendando mis cursos a otras que se inician en las oposiciones. Todo se lo debo a ellas. En la elección de mis cursos y de mí mismo como preparador interviene la confianza, la fe. La gran mayoría de las personas que preparo vienen por el boca a boca, recomendadas por otras personas a las que ya preparé. Me dedico a esto desde 1999 y a partir de 2004 tenía más opositores de los que podía preparar. Y entonces Internet estaba en mantillas. Casi todo el mundo venía a mis cursos porque se lo había recomendado otra persona. Ese crecimiento geométrico explica que hoy decenas de personas me llamen cada año, pues opositores míos de 2004, 2006, 2008 o 2010 les recomiendan mis cursos.
Pero otras personas no conocen personalmente a nadie que yo haya preparado y contratan por confianza en mí. Por fe en los testimonios que leen y por fe en mí tras conversar conmigo. Mis cursos son exigentes en todos los sentidos y las personas que preparo deben conocer tres cosas: la primera, que el curso será duro; la segunda, que yo siempre estaré a su lado; la tercera: que al final obtendrán la plaza con toda seguridad.
Todos los que triunfan lo hacen siguiendo el rumbo de la fe
Tolstoi decía en la primera frase de Anna Karenina que “Todas las familias felices lo son de la misma manera. Todas las familias infelices lo son de una manera diferente.” Del mismo modo podemos decir: “Todas las personas que fracasan en las oposiciones lo hacen siguiendo rumbos erróneos y diferentes. Todos los que triunfan lo hacen siguiendo el rumbo de la fe.”
Saludos y ánimo.
¡A por la plaza!
Finalmente, para aquellos que sean católicos, pongo un enlace a un grupo de opositores que me ha enviado la semana pasada una antigua opositora ya funcionaria y que les puede resultar interesante.