Hoy es lunes y, como siempre, comenzamos la semana dando la solución de ¡Ponte a prueba!, el acertijo sencillo y entretenido con el que desde 2015 tenemos una cita ineludible con las nobles y persistentes personas que preparan las oposiciones de Lengua Castellana y Literatura en su faceta más complicada: el comentario de texto.
Lista de acertantes
Esta semana proponíamos un texto de un autor cuyo estilo debe resultarnos reconocible, pues, aunque tuvo muchos imitadores, sus obras nunca han entrado en el examen de comentario y sí lo han hecho las obras de este autor original, quizá uno de los más inconfundibles de la literatura española. Como siempre, nuestros participantes han mostrado su fino olfato al reconocer el estilo de este autor. Y así, tanto Eva López Santuy, como David González Garrido y Lydia P García han hecho pleno, pues han señalado sin dudas el autor y su obra. ¡Enhorabuena a todos ellos y ojalá que el día D tengan la misma fortuna!
La solución
Y es que efectivamente, se trataba de la primera de las Soledades (1613) de Luis de Góngora y Argote (1561-1627). En los últimos años, en las oposiciones han aparecido estrofas de la Fábula de Polifemo y Galatea y también algunos sonetos.
Y nada más por hoy. Saludos y ánimo. Besa la arena, i de la rota nave
Aquella parte poca
Que le expuso en la playa dio a la roca;
Que aun se dejan las peñas
Lisongear de agradecidas señas.
Desnudo el joven, quanto ya el vestido
Oceano ha bevido
Restituir le hace a las arenas;
i al sol le extiende luego,
Que lamiéndolo apenas
Su dulce lengua de templado fuego,
Lento lo embiste i con suave estilo
La menor onda chupa al menor hilo.
No bien pues de su luz los Orizontes
Que hacían desigual confusamente
Montes de agua i piélagos de montes-
Desdorados los siente
Quando entregado el mísero estrangero
En lo que ya del mar redimió fiero
Entre espinas crepusculos pisando,
Riscos, que aun igualara mal bolando,
Veloz, intrépida ala
Menos cansado que confuso escala.
Vencida al fin la cumbre
Del mar siempre sonante,
De la muda campaña
Arbitro igual e inexpugnable muro
Con pie ya más seguro
Declina al vacilante
Breve esplendor de mal distinta lumbre:
Farol de una cabaña
Que sobre el ferro está, en aquel incierto
Golfo de sombras, anunciando el puerto.
Rayos les dice ya que no de Leda
Trémulos hijos, sed de mi fortuna
Término luminoso i recelando
De inbidiosa barbara arboleda
Interposición, quando
De vientos no conjuración alguna
Qual haciendo el villano
La fragosa montaña fácil llano,
Atento sigue aquella
Aun a pesar de las tinieblas bella,
Aun a pesar de las estrellas clara
Piedra, indigna tiara
(Si tradición apócrifa no miente)
De animal tenebroso, cuya frente
Carro es brillante de nocturno día
Tal diligente el paso
El joven apresura,
Midiendo la espesura
Con igual pie que el raso,
Fijo a despecho de la niebla fría
En el carbunclo, Norte de su aguja,
O el Austro brame o la arboleda cruja.
El can ya, vigilante,