En la mayor parte de comunidades autónomas la fecha que se postula como más probable para la realización de las oposiciones de Lengua 2025 es el 21 de junio. Puede que en algunos sitios sea el 28 de junio. Estamos a doce semanas de los exámenes y eso quiere decir que entramos en la fase decisiva de la preparación. ¿Cómo afrontarla?
Leer las bases de nuestras oposiciones de Lengua atentamente
Lo primero, como hemos recomendado en cada ocasión que hemos analizado una convocatoria, es dominar las bases. Hay que leerlas atentamente y ver qué plazo tenemos para realizar y entregar la programación. También será interesante atender a las posibles notificaciones que se hayan hecho por parte de la consejería de Educación de turno. Por ejemplo, en algunas comunidades se ha retrasado el examen a septiembre y otras adelantan la entrega de la programación varias semanas antes de la prueba escrita. Lógicamente, estos elementos condicionan nuestro plan de trabajo.
Analizar nuestra situación de cara a las oposiciones de Lengua es el segundo paso
Lo segundo es analizar nuestra situación. ¿Cuántos temas tengo estudiados? ¿Cómo llevo los comentarios de texto? ¿Cómo llevo la programación y las unidades?¿Qué elementos vitales me restan tiempo? ¿Qué responsabilidades y cargas no puedo evitar? ¿De cuántas horas dispongo semanalmente para la preparación?
Todo esto, al final, se traduce en cosas concretas. Las horas disponibles, el número de temas y de comentarios hechos o preparados, las partes de la programación y las unidades hechas son números. Y esos números hay que hacerlos de forma concreta para hacer un plan concreto. No tengas pereza a la hora de hacer esto, porque la elaboración del plan es el primer paso (imprescindible) para ponernos en marcha. Tras evaluarnos tendremos una lista como la que acabamos de esbozar.
Por ejemplo. Llevo doce temas, no he hecho ni un solo comentario, ni un simulacro de examen, tengo hecha la introducción de la programación y ni una sola unidad diseñada. Por otro lado, me siento desanimada porque creía que este año iba a llevar muchos más temas. Pero tengo que cuidar de mi hija y además mis padres enfermaron y he tenido y tengo que cuidarles muchas horas a la semana. En total, tan solo dispongo de quince horas semanales contando los fines de semana. Este es un cuadro que se repite en muchas ocasiones y que explica por qué muchas personas no llegan a la oposición tan preparadas como quisieran.
¿Qué tipo de situación tengo ante las oposiciones de Lengua?
Esto es siempre relativo, pero podríamos hacer un catálogo de situaciones reflejado en esta tabla.
Excelente | Extraordinaria | Muy buena | Buena | Mejorable | |
Temas | Iré con 48 temas (99%) y he hecho simulacros de examen con más de un 5. | Iré con 38 temas (95%) y he hecho simulacros de examen con más de un 5. | Iré con 31 temas (90%) y he hecho simulacros de examen con más de un 5. | Iré con 24 temas (81%) y he hecho simulacros de examen con más de un 5. | Iré con menos de 12 temas (50%) y no he hecho simulacros de examen con más de un 5. |
Comentarios | He comentado al menos diez textos con más de un 5. | He comentado al menos ocho textos con más de un 5. | He comentado al menos cinco textos con más de un 5. | He comentado al menos tres textos con más de un 5. | No he hecho ni un solo texto más de un 5. |
Programación | La tengo casi acabada | Me queda hacer la evaluación y las NEAE | Ya he terminado la metodología | Ya tengo terminada la secuenciación | Aún no he empezado la introducción |
Unidades | He hecho ya dos unidades | He hecho la unidad piloto y sé cuánto tiempo tardo en hacer cada una de ellas | Ya he hecho el acopio de materiales de mi unidad | Ya he hecho el diseño de mi primera unidad | Aún no la he empezado |
Visto este cuadro pasaremos revista a diferentes situaciones posibles. Lo primero que hay que saber es que la mayor parte de quienes se preparan las oposiciones comienzan a hacerlo cuando sale la convocatoria. Esto, aunque te parezca raro, es así. Por tanto, es muy posible que vayas por delante a pesar de que consideres que vas muy mal.
Si estás en lo que aquí denominamos como situación “buena” o “muy buena”, hay verdaderas posibilidades de que alcances tu plaza. Nosotros hacemos una encuesta anual entre las personas que preparamos y alcanzan la plaza y esto es lo que nos dicen los resultados. Si vas mejor preparado, pues todavía hay más opciones, lógicamente. Incluso tienes opciones de plaza, como veremos más abajo, si tu preparación es mejorable.
Presentarse a las oposiciones de Lengua es imprescindible
Es bueno presentarse aunque no llevemos ni un solo tema. Yo me presenté en 1992 con un solo tema (y no me salió bola). Pero el solo hecho de estar allí y vivir la tensión (muy poca, porque casi no tenía esperanzas) y, sobre todo, ver a las personas que iban a ser mis adversarias en futuros años, conocer al propio tribunal y su cercanía, me sirvieron para desmitificar la oposición e ir la siguiente vez (en 1993, ya con veintisiete temas) mucho más sereno.
La suerte es absolutamente caprichosa: seis temas son un 30% de posibilidades
Yo llevo treinta y tres años seguidos vinculado a las oposiciones de Lengua y, lógicamente, he visto casi de todo. He visto personas que llevaban todos los temas y no caerles nunca uno de literatura en seis convocatorias (a mí mismo) y he conocido a una opositora en 2016 que llevaba un solo tema, le cayó y sacó la plaza. El azar es caprichoso y eso quiere decir que ese único tema puede caernos. Es más, tenemos un 6% de que nos caiga. Dos temas suponen una probabilidad del 11% y tres temas un 16%. Seis temas son todo un 30%. Por tanto, no hay que perder el ánimo porque en tres meses podemos preparar seis temas y llegar al día D con un 30% de posibilidades. Ojalá con seis décimos tuviéramos esa probabilidad de éxito en la Lotería de Navidad.
Hacer la programación o incluso fusilarla
Lógicamente, lo mejor es hacer la programación de forma coherente y original. Es obvio que esto es infinitamente mejor, pero incluso podemos acudir a la desesperada, con una programación fusilada o copiando y pegando. En todo caso, con una buena preparación y gestión del tiempo, podemos hacer una programación en unas cuatro semanas sin descuidar el estudio y el repaso. Y si solo nos dedicamos a ella, puede ser un plazo de dos semanas.
Hacer suficientes ejercicios de comentario
Este es en realidad el elemento más complicado y difícil de preparar. El comentario de texto es la prueba del algodón y por ello es una prueba que no se puede improvisar. Tenemos que saber leer y saber hacer comentarios y en este sentido, las prácticas son decisivas. Por tanto, cualquier plan debe incluir al menos la realización de varios ejercicios de comentario.
Sacar bolsas de tiempo de donde parece no haberlas
Así pues, llegado el 19 de marzo, estamos ya en situación de poner nuestro motor a toda potencia. Y para ello hay que buscar bolsas de tiempo. Muchas veces se tratará de pedir comprensión y ayuda a nuestra pareja, a nuestra familia, a nuestros amigos de forma que nos puedan liberar de alguna carga de trabajo doméstica y nos acompañen afectivamente en estos días de tensión que se avecinan. Hay que sacar bolsas de tiempo de dónde parece no haberlas.
Hacerse un plan de trabajo realista y motivador
Sí, ya hemos visto todas las tareas a realizar y hemos sacado las horas de donde no las había, pero ahora la pregunta es… ¿Y cómo me hago mi plan de trabajo? Pues lo primero es hacernos un calendario semanal de tareas a realizar y comprobar que eso es posible para la fecha indicada. Como muestra, voy a poner un plan que yo mismo he hecho a un opositor del Curso Total esta misma semana.
1 | Introducción e la programación | 23-mar |
2 | Comentario 2 | 30-mar |
3 | Redactar Apartados Secuenciación y saberes básicos. El plan lector. | 6-abr |
4 | Comentario 3 | 13-abr |
5 | Diseño Unidad | 20-abr |
6 | Metodología | 27-abr |
7 | Actividades Unidad Didáctica | 4-may |
8 | NEAE | 11-may |
9 | Evaluación | 18-may |
10 | Guión y materiales de la UD/SdA | 25-may |
11 | Hacer Examen (tema y comentario) | 1-jun |
Este plan es para una persona que estudia 15 horas semanales. A esto hay que añadir el número de temas posible, que eso depende de la capacidad memorística de cada persona.
¡A por la plaza!
Elaborarnos un buen plan es fundamental como elemento de motivación. Si creemos en que lo que hemos diseñado es posible, nuestra capacidad de esforzarnos y nuestro optimismo se multiplicarán y harán que el peso de la oposición sea menor. No será fácil, pero tenemos por delante trece semanas apasionantes y las vamos a disfrutar y vamos a conseguir nuestro objetivo personal. Cada persona tiene el suyo: habrá quien se lo plantee como una primera toma de contacto y otras personas verán en esta convocatoria su gran oportunidad. Al final, todos damos pasos en la misma dirección. Todos seguimos el mismo rumbo y nos alienta el mismo viento. ¡Vamos a por la plaza!