En esta semana que acaba hemos avanzado con nuestros cursos y hemos analizado las convocatorias oposiciones de La Rioja y Galicia. Pero hoy es viernes y eso quiere decir que es el día de nuestro ¡Ponte a prueba!, el simpático reto con el que pretendemos acompañas a las valientes y tesoneras personas que preparan las oposiciones de Lengua Castellana y Literatura en su prueba más difícil, la del comentario de texto. Queremos que nuestro acertijo sirva como banco de pruebas donde los opositores puedan calibrar su competencia literaria. Nuestro acertijo, además, está siempre abierto los españoles de ambos hemisferios, en expresión de nuestro inmortal Siglo de Oro
La propuesta de la semana: un texto muy posible
Hoy traemos un texto importante y que perfectamente podría caer en las oposiciones en 2025, sobre todo en Madrid, donde este tipo de texto ya son tradición. Es un fragmento de una obra fundamental, de esas que tiene que sonar a un opositor de Lengua, aunque no la haya leído. Se trata de una obra que debemos conocer y que en su tiempo obtuvo un importante eco en las letras hispanas por ser obra de quien fue su autor. Se tratará como siempre de reconocer la obra y su autoría; pero si esto no es posible, trataremos de adscribirla razonadamente a su género, su época y su movimiento literario.
¿Por qué y cómo participar en el Ponte a prueba?
Todas las semanas intentamos convencer a nuestros lectores de las bondades de nuestro reto. Es bueno leerlo porque nos permite conocer obras y aspectos de la literatura que de otro modo desconoceríamos. Es mejor todavía seguirlo en la página de Facebook de opolengua.com atendiendo a los comentarios que nuestras fieles seguidoras realizan semana a semana; pero es aún mejor participar y exponerse a una cierta tensión emocional que nos pueda resultar interesante sentir para prepararnos emocionalmente para el día D donde tendremos que exponernos (y esta vez con consecuencias decisivas) para obtener la plaza. Así nuestra participación nos puede brindar una experiencia que en junio puede ser decisiva. Para participar, simplemente hay que escribir un comentario en la página de Facebook de opolengua.com hasta el domingo por la noche. Solo hay una norma: usar tan solo nuestra bagaje literario, sin usar Intenet ni leer los comentarios previos. Nosotros publicaremos el lunes la solución del acertijo y la lista de acertantes.
Y nada más por hoy. Nuestro recuerdo a las víctimas de Valencia y sus familiares. Feliz fin de semana. Saludos y ánimo.
Si por una parte mi incapacidad crítica y mi instintivo despego de toda erudición me imposibilitan para explanar ante vosotros un asunto de puras letras, por otra una ineludible ley de tradición y de costumbre ordena que estas páginas versen sobre la forma literaria que ha sido mi ocupación preferente, o más bien exclusiva, desde que caí en la tentación de escribir para el público. ¿Qué he de deciros de la Novela, sin apuntar alguna observación crítica sobre los ejemplos de este soberano arte en los tiempos pasados y presentes, de los grandes ingenios que lo cultivaron en España y fuera de ella, de su desarrollo en nuestros días, del inmenso favor alcanzado por este encantador género en Francia e Inglaterra, nacionalidades maestras en ésta como en otras cosas del humano saber? Imagen de la vida es la Novela, y el arte de componerla estriba en reproducir los caracteres humanos, las pasiones, las debilidades, lo grande y lo pequeño, las almas y las fisonomías, todo lo espiritual y lo físico que nos constituye y nos rodea, y el lenguaje, que es la marca de raza, y las viviendas, que son el signo de familia, y la vestidura, que diseña los últimos trazos externos de la personalidad: todo esto sin olvidar que debe existir perfecto fiel de balanza entre la exactitud y la belleza de la reproducción. Se puede tratar de la Novela de dos maneras: o estudiando la imagen representada por el artista, que es lo mismo que examinar cuantas novelas enriquecen la literatura de uno y otro país, o estudiar la vida misma, de donde el artista saca las ficciones que nos instruyen y embelesan. La sociedad presente como materia novelable, es el punto sobre el cual me propongo aventurar ante vosotros algunas opiniones. En vez de mirar a los libros y a sus autores inmediatos, miro al autor supremo que los inspira, por no decir que los engendra, y que después de la transmutación que la materia creada sufre en nuestras manos, vuelve a recogerla en las suyas para juzgarla; al autor inicial de la obra artística, el público, la grey humana, a quien no vacilo en llamar vulgo, dando a esta palabra la acepción de muchedumbre alineada en un nivel medio de ideas y sentimientos; al vulgo, sí, materia primera y última de toda labor artística, porque él, como humanidad, nos da las pasiones, los caracteres, el lenguaje, y después, como público, nos pide cuentas de aquellos elementos que nos ofreció para componer con materiales artísticos su propia imagen: de modo que empezando por ser nuestro modelo, acaba por ser nuestro juez.