Conocí a Beatriz en el verano de 2022. Me mandó un correo para solicitar información sobre mi trabajo como preparador de Lengua e iniciamos un intercambio de correos que acabó en una serie de llamadas. Desde el primer momento observé que era una persona muy realista, con un aplastante sentido práctico. Como ella me decía en los correos: “¡Tengo que ir al grano!”.
Se notaba una persona con muchas obligaciones y poco tiempo, pero estaba claro que era una persona inteligente, con mucha experiencia dando clase: una gran docente vocacional con las ideas clarísimas. Esto es siempre importante, por lo que yo estaba deseando trabajar con ella. Me pareció que el formato digital no acababa de darle confianza y yo me esforcé en demostrarle que este tipo de formato podía, si se hacía con profesionalidad e individualización, ser mucho mejor que el presencial. Le expliqué el sentido práctico de mis videos y cómo van directamente a lo que se necesita sin perder el tiempo en otras cuestiones. Finalmente, se decidió.
Trabajar con ella ha sido una delicia, porque me ha demostrado una enorme profesionalidad, un gran rigor (no ha dejado una duda sin consultar hasta tener todo muy claro) y una constancia absoluta. Es una persona que cuando tiene una obligación, remueve Roma con Santiago para cumplir con ella y por ello ha realizado todas o casi todas las tareas del Curso Total, lo que siempre es una garantía de éxito. Nuestros cursos son muy rigurosos, por lo que, si se completan, es mucho más fácil obtener la plaza.
En el aspecto de la encerrona, yo sabía que ella iba a brillar, porque había visto su propuesta didáctica y porque sabía que su experiencia, su cercanía y su saber iban a ganar al tribunal, como así ha sido.
Es, por tanto, la suya, otra travesía de éxito, en la que yo me siento muy orgulloso de haber participado aportando mi granito de arena a su inteligencia y esfuerzo. Ahora, el sistema de enseñanza vasco gana una gran profesora y una gran persona que, estoy seguro, transmitirá con pasión y sabiduría, nuestra asignatura. ¡Enhorabuena!
Ser profesora de Lengua Castellana y Literatura: una vocación
Mi nombre es Beatriz. Soy licenciada en Filología Inglesa y diplomada en Magisterio. Mi vocación por la enseñanza siempre la he tenido muy clara y durante el Bachillerato mi asignatura favorita fue la Literatura Española.
Tras veinte años trabajando como profesora de Inglés en un colegio concertado, me ofrecieron dar clase de Lengua además de Inglés y empecé a dar clases en 3º y 4º de ESO. Allí me di cuenta de que se podían hacer situaciones de aprendizaje muy bonitas, por ejemplo, de poesía. Vi que disfrutaba, sin duda, en mis clases de Lengua Castellana y Literatura.
El colegio donde llevaba tantos años trabajando y con un puesto fijo, debido a la baja natalidad, empezó a sufrir crisis de matriculación y viendo que mi cómoda estabilidad laboral corría peligro, decidí que una posible salida estaba en las oposiciones de Lengua Castellana y Literatura.
Tenía claro que una oposición es un proceso largo y que exige una gran dedicación. Yo no tenía tiempo, apenas un año y sabía que sin una guía sería misión imposible.
Mi satisfacción con Eduardo y con Opolengua
En el verano del curso 22-23 había rumores de convocatoria de oposiciones en el País Vasco y empecé a buscar un preparador de Lengua. Visité academias, pero no me llegaron a convencer. En mi búsqueda tuve la suerte de leer www.opolengua.com, la página de Eduardo y le escribí para informarme de su trabajo como preparador de Lengua. Lo más sorprendente es que en pleno agosto, Eduardo me respondía casi semanalmente a todas mis dudas, que eran muchas, ya que al no ser de Hispánicas, me parecía un gran reto. Sin olvidar la falta de tiempo derivada de mis obligaciones familiares (dos niños) más un trabajo a jornada completa.
Eduardo me demostró interés por su trabajo y seriedad , ya que en pleno verano me animó y me explicó su manera de ayudar y trabajar con los opositores. Todo lo que me prometía de sus cursos se ha cumplido. Me matriculé en octubre del 22 en el Curso Total y en octubre del 23 me presenté a la oposición con la seguridad de que mi preparación era buena .Sin duda mucho mejor que si no hubiera seguido el curso de OPOLENGUA.
Lo más duro para mí ha sido la falta de tiempo para preparar las oposiciones
Lo más duro para mí ha sido la falta de tiempo para preparar unos exámenes en los que yo creía que podía defenderme, pero no en tan pocos meses. Sin embargo, tanto los apuntes facilitados por Eduardo y personalizados por mí (como él me recomendaba en los exámenes de ensayo) y la gran ayuda prestada al corregirme de forma personalizada los comentarios de texto, me han llevado sin duda a alcanzar la plaza.
La preparación me ha servido para ser mejor profesora
En este año de preparación he aprendido mucho, incluso si no hubiera logrado la plaza, tras este año estoy segura de que la calidad de mis clases ha mejorado. Y eso es algo que te da confianza en tu día a día.
La profesionalidad de Eduardo ha estado a la altura de mis necesidades en todo momento
Opolengua me ha guiado y me ha animado hasta el final. Creo que es un proceso donde te asaltan miles de dudas a las que Eduardo me ha respondido siempre. El hecho de ser una formación on line, me generaba desconfianza y, sin embargo, he comprobado que la profesionalidad de Eduardo ha estado a la altura de mis necesidades en todo momento. Por ello, aprovecho este testimonio para darle las gracias de corazón, una vez más.
La recompensa final es un sueño hecho realidad
Animo a toda persona que esté pensando enfrentarse a una oposición a confíar en OPOLENGUA. Para mí, lo más importante es tener clara nuestra vocación de profesores, porque cuando algo te gusta de verdad se puede llegar a disfrutar, incluso bajo la presión de una preparación a la que yo he denominado express. Una misma se va autoanimando viendo como poco a poco se va mejorando en la técnica de los comentarios de texto. La recompensa final es muy grande, es un sueño hecho realidad.